El lenguaje es una de las primeras habilidades que se desarrolla. No existe un desarrollo homogéneo, cada persona lleva su propio ritmo desde el 1r mes de vida hasta los 5 años, cuando el lenguaje tiene que ser similar al de un adulto.
De manera orientativa:
1 mes: reacciona a los ruidos fuertes y emite sonidos guturales.
3 meses: gira la cabeza hacia los sonidos, balbucea y presta una gran atención al lenguaje humano.
6 meses: realiza vocalizaciones y canturrea.
9 meses: combina sílabas (da-da, ba-ba).
12 meses: primeras palabras con valor propositivo y conoce el significado de más palabras.
15 meses: jerga comunicativa y aumenta el número de palabras.
18 meses: sigue aumentando en número de palabras inteligibles y utiliza la palabra «no».
2 años: hace frases de 2-3 palabras, puede utilizar pronombres posesivos, nombra o identifica imágenes sencillas y pide comida, bebida, pipí…
3 años: se comunica con claridad, hace preguntas y dice su nombre y primer apellido.
4 años: comprende preposiciones y puede llevar una conversación.
5 años: cuenta historias y muestra un lenguaje completo en estructura y forma.
6 años: enriquece su vocabulario y construye frases más complejas.
Si vuestros hij@s, alumn@s o pacientes no están dentro de estos parámetros no pasa nada, no significa que tengan un trastorno. Se puede tratar de una dificultad transitoria que se superará con una intervención ajustada a las necesidades. Por ello es importante hacer una buena evaluación, pero no se requiere siempre de un diagnóstico para recibir una intervención.
La detección y la intervención temprana son claves para un mejor pronóstico.
Si las dificultades persisten y el rendimiento académico está sustancialmente por debajo de lo esperado para la edad cronológica, interfiriendo así en el rendimiento escolar, sí podríamos sospechar que se tratara de un Trastorno de la Comunicación. Pero se tendría que hacer una correcta evaluación neuropsicológico y recoger la historia clínica (antecedentes familiares y personales, adquisición de los aprendizajes…).
A continuación os dejo algunos ejercicios para estimular la producción del habla en niños de 2 a 5 años. Recomiendo que haya supervisión de un adulto para comprobar que los ejercicios se estén realizando correctamente y los fonemas se pronuncien bien. Son ejercicios variados donde se trabaja:
Otras maneras de estimular el habla y la musculatura jugando son:
Colocar una pelota de poliespan o parecido en la salida e ir soplando con una pajita con el objetivo de guiar la pelota por el camino. Se tiene que gestionar bien el soplo y la intensidad para que no se salga del camino y llegue a la meta. Así como colocar correctamente la boca, en forma de «u», en el extremo de la pajita.
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¿Habéis jugado alguna vez al Juego de la Oca? Pues este juego es similar, ya que se tiene que lanzar el dado e ir a la casilla correspondiente, una vez en ella, se tiene que decir en voz alta el nombre del dibujo. En caso de pronunciar incorrectamente un fonema, el adulto le corregirá y le pedirá que lo repita.
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¿Habéis jugado alguna vez al Juego de la Oca? Pues este juego es similar, ya que se tiene que lanzar el dado e ir a la casilla correspondiente, una vez en ella, se tiene que decir en voz alta el nombre de la letra. En caso de pronunciarla incorrectamente, el adulto le corregirá y le pedirá que lo repita. Se puede poner una palabra que contenga la letra a modo de ejemplo.
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¿Habéis jugado alguna vez al Juego de la Oca? Pues este juego es similar, ya que se tiene que lanzar el dado e ir a la casilla correspondiente, una vez en ella, se tiene que imitar el sonido del animal. En caso de pronunciar incorrectamente el fonema que toque, el adulto le corregirá y le pedirá que lo repita.
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